martes, 11 de septiembre de 2012

USO EFICIENTE DE LA ENERGÍA: Ingeniería monitorea desempeño térmico de sus Aulas


La Facultad de Ingeniería de la UNNE, llevó a cabo una medición y monitoreo del desempeño térmico y energético de sus aulas, con el fin de  aplicar medidas correctoras en caso de obtener datos que revelen “disconfort”. La idea es mejorar el servicio tecnológico y lograr el uso más eficiente de la energía en la climatización en estos edificios, indicaron los especialistas.



La tarea, que estuvo a cargo de un equipo de investigadores de la cátedra Estructuras II de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo y del Departamento de Termodinámica de la Facultad de Ingeniería, incluyó la instalación del instrumental para medir y monitorear el desempeño térmico de aulas de la facultad. Con la investigación se busca una evaluación térmica y energética de la edificación de las Facultades mencionadas. Con esos datos se detectarán posibles problemas de disconfort, se analizarán sus causas, para posteriormente proponer medidas correctoras, desde el diseño tecnológico y así lograr el uso más eficiente de la energía para climatización en estos edificios.

La instalación para el registro de temperaturas se encuadra en el desarrollo del Proyecto de Investigación desarrollado en forma conjunta entre las facultades de Ingeniería y Arquitectura titulado Evaluación térmico-energética de las sedes edilicias de las Facultades de Arquitectura y Urbanismo, y de la de Ingeniería de la unne”, bajo la dirección de los arquitectos Guillermo Jacobo y Herminia Alías, quienes recorrieron las aulas acompañando al decano de la Facultad de Ingeniería, doctor ingeniero Jorge Pilar.

La investigación permitirá un análisis de las situaciones tecnológico – constructivas implementadas en los edificios de las Facultades de Ingeniería y de Arquitectura del Campus UNNE de la ciudad de Resistencia. Pero fundamentalmente permitirá recabar información referida a las condiciones de habitabilidad higrotérmica (el efecto combinado de temperatura y humedad en los ambientes interiores de los edificios, que son responsables de la sensación de bienestar psicofísico de sus usuarios en relación al clima regional) y de consumo energético de los que esas situaciones son responsables, mediante el empleo de programas informáticos específicos de simulación, que serán validados mediante las mediciones experimentales que se están llevando a cabo.

La simulación dinámica (aplicando software específico) del comportamiento térmico de edificios es una técnica que puede predecir los cambios continuos en las condiciones ambientales internas, en función del carácter dinámico de la situación climática externa, evaluando y prediciendo de forma precisa el comportamiento térmico de los edificios, considerando todos los parámetros que lo definen, tarea cuya realización manual sería compleja y extensa. Por otra parte, la predicción de estas condiciones interiores edilicias es decisiva en el diseño de estrategias de acondicionamientos ambiental (ventilación, humidificación, desecación, enfriamiento y calentamiento).

Aportes

 “Con el estudio se pretende aportar soluciones con las que se pueda lograr una reducción sustancial del consumo anual de electricidad, sin que esto implique una reducción en la calidad de vida ni de las posibilidades de trabajo en los espacios interiores”, señaló la arquitecta Alías.
 
Pero la información que se genere con este estudio tiene una finalidad mucho más amplia, como es la de generar las bases para determinar políticas institucionales en la UNNE para el “Uso Racional de la Energía –URE-” en la edificación, atendiendo a las directivas del Ministerio de Educación y Cultura de la Nación, que en la Resolución Nº 22/2008, artículo 11, invita a las Universidades Nacionales a implementar políticas e instrumentos institucionales para el URE.

Instrumental

 El instrumental de medición pertenece al Grupo de Investigación y Desarrollo de Energías Renovables (GIDER), del Depto. de Termodinámica de la Facultad de Ingeniería de la UNNE, que también integra el equipo de investigación que lleva adelante el proyecto. El ingeniero Pablo Martina, investigador del GIDER, detalló que como sensores de temperatura se instalaron 6 Termocuplas tipo “K”, una por cada local a monitorear, colgadas del centro aproximado del cielorraso de cada local, a una altura aproximada de 2,30 metros del nivel de piso. Los sensores se conectaron a un módulo de adquisición de datos “Data Logger” (Novus Field Logger), alimentado con 220 voltios.

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